Cuando platicamos qué países manejaron excepcionalmente bien la primer ola de la pandemia de coronavirus, a menudo escuchamos referencias como Nueva Zelanda, Taiwán, Finlandia y Tokio, por nombrar algunos. Estos lugares no solo lidiaron con la pandemia de manera efectiva por casualidad, sino que se relacionaban con un importante común denominador: mujeres líderes.
Dejando a un lado los tiempos de dificultad, las mujeres líderes tienden a superar a los hombres. Caminaron en tacones bajo el fuego de la primer ola de la pandemia y lograron una increíble brecha de efectividad que casi se duplica, lo cual indica claramente que las mujeres parecen liderar mejor en tiempos de crisis.
Según la evaluación del Harvard Business Review’s Extraordinary Leader 360º, las mujeres superan a los hombres en casi todos los niveles de liderazgo, incluidas las competencias clave que son cruciales en tiempos de crisis: la capacidad de aprender y moverse rápidamente, tomar la iniciativa, decidir y poder inspirar a otros a liderar el cambio. No es sorprendente que las mujeres líderes también obtuvieran puntajes más altos en integridad, honestidad, comunicación, colaboración, empatía y construcción de relaciones en general, características invaluables para liderar con confianza un equipo empoderado y confiable en tiempos turbulentos. Además, parece que la ausencia de testosterona es una ventaja para el liderazgo femenino en tiempos estresantes, según ciertos estudios que relacionan la hormona con el comportamiento de riesgo.
Como se puede ver, los datos son impresionantes, entonces, ¿por qué no hay más mujeres en puestos de liderazgo?
Parece que todo se resume en cómo los géneros difieren en la motivación. Según Avivah Wittenberg-Cox, CEO de 20-first, una consultora global de «equilibrio», es porque los hombres luchan por el poder y las mujeres luchan por un propósito, otra razón por la que las mujeres han liderado mejor durante la pandemia y probablemente otras crisis. Por supuesto, existen otras rampantes desigualdades de género en la fuerza laboral, sin embargo, está en el ADN de la mujer (en términos generales) no luchar fuertemente por el liderazgo a menos que haya un propósito más allá del poder. La diferencia que hay en la motivación para ascender en la escalera del liderazgo por sí sola puede explicar la brecha de liderazgo de género: no se trata de competencia, de hecho, todo lo contrario.
Por ser una empresa liderada por mujeres y ser reconocida por este logro en los Premieres en Affaires’ Women’s Business Awards, además de tener un alto porcentaje de personal femenino (63% de mujeres) con un equipo directivo que incluye presidenta, gerente general, vicepresidenta de servicios al cliente y vicepresidenta de estrategia, nuestra agencia ha sido testigo de primera mano del poder que las mujeres tienen para dirigir y liderar. Además, creemos que el verdadero y extraordinario liderazgo y desempeño, se construyen a partir de una diversidad colorida en colaboración con miembros del equipo de todos los géneros, etnias, orígenes y excentricidades.
La psicóloga de Forbes, Chamorro-Premuzic, cita que «lo más importante que debemos cuestionar son pensamiento como “las mujeres deberían emular a los hombres; sería más lógico que pidiéramos a los hombres que emulen a las mujeres», ¡y no podríamos estar más de acuerdo!
Fuentes:
https://www.inc.com/jessica-stillman/mujeres-lideres-covid-jacinda-ardern.html
https://www.forbes.com/sites/avivahwittenbergcox/2021/03/06/data-shows-women-make-better-leaders-who-cares/?sh=24ab4e5546be
https://hbr.org/2020/12/research-women-are-better-leaders-durante-una-cri–sis
https://www.bbc.com/news/health-33363948